, a raíz de este problema empecé a investigar y hasta me titulé en nutrición deportiva, hipertrofia muscular y he leído muchos libros, sino llego a tocar fondo, jamás hubiera aprendido todo este conocimiento. Una vez tocas fondo o asciendes o te quedas allí para siempre...
Deciros que esta enfermedad no es más que toda una sintomatología que da nuestro cuerpo que es una red de información íntegra sobre que nuestros intestinos están sucios o muy sucios, según las noticias un 10% de la población española padece de colon irritable en casos menores (malestares, diarreas, estreñimiento de tanto en tanto, como se diría) o en cronicidad malestares generales diarios (gases, diarreas, estreñimiento).
Analizando el problema
¿Cómo construir un colon irritable?
Lo primero como todo ciudadano de esta vida supuestamente civilizada es llevar una alimentación totalmente procesada y desprovista de nutrición, por ejemplo: harinas refinadas (pasta, pan blanco, pan de molde, pizzas), todo lo que viene en bolsita, en lata, en cajita (habría que llamarlo a esto, leucemia en caja), pues todos estos refinados son altos en aditivos como el glutamato monósodico, alta en almidones mezclados con carne.
INCOMPATIBILIDAD DIGESTIVA Y QUÍMICA DE LOS ALMIDONES CON LAS PROTEÍNAS.

Qué error

Para digerir óptimamente las proteínas animales, el estómago debe fabricar pepsina, una enzima digestiva que sólo puede actuar en un entorno con un pH altamente ácido. Sin embargo, cuando masticamos féculas, las glándulas salivales secretan ptialina y otros jugos afines, con un pH alcalino, para que la fécula sea digerida en un medio alcalinizado. Es fácil ver lo que pasa cuando se mezclan proteínas y féculas en el sistema digestivo: el estómago acumula jugos ácidos (para digerir la carne) y jugos alcalinos (para digerir las féculas) que se anulan entre sí, y por tanto queda una solución acuosa incapaz de digerir ninguno de los dos alimentos. Después de esto, la confusa masa alimenticia entra en contacto con las bacterias del tracto intestinal, que se dan un verdadero festín con lo que nosotros somos incapaces de digerir, dejándonos nada más que gas, toxinas y otras sustancias de desecho. En respuesta a esto, los carbohidratos complejos entran en fermentación, y las proteínas entran en putrefacción. La carne libera sustancias indeseables como la putrescina, cadaverina, muertina, necroctina y putrefactina, afines a las que despiden los cadáveres en descomposición. Ésta es una de las principales causas de la mala fama que tiene la carne entre muchos vegetarianos, quienes no se dan cuenta de que esto pasa debido a la incompatibilidad de los carbohidratos complejos con las proteínas, y que la culpable no es la carne (que han formado parte de nuestra dieta desde la alta Prehistoria y que han ayudado mucho a nuestra evolución) sino los carbohidratos complejos, de aparición muy reciente.
Tanto la putrefacción de las proteínas como la fermentación de las féculas, tiene desagradables efectos secundarios como gases, ardores, hinchazones, estreñimiento, colitis, hemorroides, retención de líquidos y halitosis. También se producen desagradables "alergias" cuando la corriente sanguínea absorbe toxinas de la masa putrefacta y fermentada transportada por el intestino, produciendo dolores de cabeza, náuseas, vómitos, erupciones, acné, urticarias y un largo y desagradable etc. Así, mientras las bacterias de nuestro sistema digestivo se dan el banquete, nosotros sólo nos quedamos con restos indigeribles, sustancias de desecho, toxinas y una larga ristra de secuelas, entre las que destaca la degeneración completa y total del intestino grueso (dicen los médicos que el único lugar donde puede verse un intestino grueso normal hoy día es en un libro de anatomía
No realizar higiene intestinal;

Cuando consumimos alimentos perniciosos para el aparato digestivo (algo tan sencillo como leche pasteurizada, productos a base de harina refinada, comida-basura o mezclar carbohidratos con proteína), el estómago manda una señal al colon para que se "blinde" por dentro, a fin de evitar la absorción de sustancias dañinas para el cuerpo. No hay que olvidar que el colon entra en contacto con "lo peor de lo peor" de todo lo que comemos. De manera que el colon secreta una capa de mucosa que evita la absorción de muchas sustancias (tanto buenas como malas) del bolo alimenticio. Esto no sería un problema si sucediese de vez en cuando: la capa de mucosa se desprende al poco tiempo y se evacúa sin problema. El problema surge cuando todas y cada una de las comidas que consumimos son incompatibles con la química del cuerpo. En este caso, el colon secreta capa tras capa de mucosa, haciendo que se acumule la sustancia en las paredes y pliegues, endureciéndose con el tiempo y formando una especie de "cubierta" rancia, gomosa y dura como los tacos de un neumático o como una escayola oscura. Esta placa mucoide alcanza espesores de entre 3 y 6 mm, llegando en algunos casos a superar el centímetro. Perturba gravemente la evacuación de materia fecal disminuyendo la luz (el "calibre") del órgano, y acaba convirtiéndose en un foco de desechos metabólicos estancados, que se quedan secos, endurecidos e incrustados (impactación fecal, fecalomas) en el maltrecho órgano, que cambian la forma del colon desviándolo y retorciéndolo, y que acaban pasando a los capilares sanguíneos, envenenando a todo el organismo desde dentro y comprometiendo la eficacia del sistema inmunológico. Puede conducir también a un problema de desnutrición debido a la mala absorción de los alimentos (por ejemplo, de vitamina K, sales minerales o agua). Las famosas barrigas "cerveceras" en realidad no tienen nada de cereveceras: se tratan de abdómenes perversamente reventados debido a que el colon está inflamado (megacolon) de sustancias de desecho estancadas. Buena parte de una "barriga cervecera" no es grasa subcutánea, sino vísceras inflamadas y duras que forman un inmenso globo tóxico. Para corroborarlo, el cáncer de colon es la segunda causa de muerte en Estados Unidos.
Nuestros órganos deben descansar y ser regenados, hoy en día en esta civilización supuestamente civilizada es difícil encontrar a alguien que haya estado más de 20 horas sin comer a voluntad propia (a no ser que haya sido hospitalizado). Se dice que el estadunidense promedio tiene de 8 a 25 kilos de masa fecal acumulada en sus intestinos.

Colon sano vs. colon moderno "normal". Bolsas de gas y de alimentos en putrefacción o fermentación, heces atrapadas, incrustaciones fecales, capas de mucosidades, curvas demasiado tortuosas, secciones que han degenerado casi por completo, etc. Hoy en día, parece que prácticamente el único lugar donde puede encontrarse un intestino grueso normal, es en un atlas de anatomía.
QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE UN AYUNO: RAZONES PARA AYUNAR
Los efectos varían muchísimo de persona a persona, según su edad, resistencia, grado de intoxicación, etc. Por regla general, las personas más sanas, jóvenes y limpias por dentro, tendrán menos síntomas de desintoxicación que las personas en mala condición biológica.
• Limpieza a fondo del torrente sanguíneo y desintoxicación de tejidos.
• Mejora de la salud mental. El estado de la mente depende en buena medida de la química del cerebro. Cuando el cerebro está intoxicado con sustancias perniciosas y funcionando en modos metabólicos aberrantes, la mente se ve resentida y aparecen cambios demasiado pronunciados de humor, depresiones, irritabilidad, confusión, vulnerabilidad. Es el primer paso de la aparición de las enfermedades mentales, tan comunes en nuestra civilización.
• Mejora la capacidad intelectual. La ausencia de digestiones lleva a un estado casi constante de alerta y vigilia, algo no frecuente cuando se está saciado. Fue el Dr. Herbert Shelton el que supervisó los ayunos de más de 40.000 pacientes a lo largo de 50 años. Su conclusión fue que cuando el cuerpo está libre de materiales tóxicos fluyendo a través de la sangre y del sistema linfático, y cuando el cerebro está regado por un torrente sanguíneo limpio, la capacidad para pensar es mayor.
• Reestablecimiento del pH correcto del cuerpo. La inmensa mayor parte de los cuerpos hoy en día están acidificados de más, ya que la alimentación moderna está basada en cereales y almidones altamente acidificantes.
• Eficacia metabólica: el cuerpo se ve forzado a ser más eficiente en términos energéticos.
• Mejora de la capacidad de absorción de los alimentos. También se reduce la tolerancia del aparato digestivo a los venenos que te metías antes del ayuno, lo que te quitará las ganas de volver a tomarlos.
• Gracias a la limpieza de los pasajes nasales y la lengua, el sentido del gusto vuelve a inclinarse hacia los alimentos que son beneficiosos para nosotros. Nos "desacostumbramos" a comer alimentos perjudiciales. Se redescubre el placer de la buena comida.
• La respiración se hace mejor, de forma más profunda, llena y libre. Cuando el abdomen está vacío de comida, puede utilizarse mejor el diafragma para respirar. Gracias a ello, entran en el cuerpo más oxígeno e iones negativos. Al principio, cuesta acostumbrarse. Ciertos ejercicios yóguicos de respiración y control del vientre sólo tienen sentido o pueden realizarse cuando el aparato digestivo está vacío.
• Mejora la acción peristáltica (movimientos de contracción del intestino).
• Limpieza del tracto intestinal.
• Más resistencia al hambre.
• Pérdida de grasa corporal. Solución de celulitis y otros problemas de retención de grasa y líquidos. En prácticamente todo el mundo (salvo casos de personas extremadamente delgadas o culturistas que han purgado buena parte de su tejido adiposo y acuoso subcutáneo), un ayuno "mejora la línea". Vale la pena comentar que la grasa de la que se habla no es simplemente material que "queda mal" estéticamente, sino que la acumulación excesiva de grasa se produce como defensa ante un tumor potencial (en la grasa se acumulan toxinas, líquidos y otras sustancias de desecho).
• Rejuvenecimiento. Aumento de la vitalidad. Ningún producto cosmético puede imitar el efecto rejuvenecedor de un buen ayuno. Puede ser debido a la segregación de sirtuinas y hormona del crecimiento.
• Asombrosa mejora de la fertilidad, la libido, la calidad del semen y la potencia sexual. Muchas personas estériles o impotentes pueden recuperar sus funciones normales. Restauración de la correcta regularidad menstrual en las mujeres.
• La piel se hace suave, uniforme y limpia. Supresión de manchas cutáneas, varices, ojeras y capilares reventados a flor de piel.
• Aumento de la sensibilidad a la insulina, disminuye la resistencia a la insulina. Dejamos de estar "adictos" a dicha hormona y el cuerpo deja de pedirnos tantos alimentos a base de azúcares. En cambio, aumentan los niveles de glucagón y de hormona del crecimiento.
• Mejora el funcionamiento del hígado, el páncreas, el estómago y los riñones, entre otros. Dejamos a estos órganos hacer su trabajo en paz y les damos un merecido descanso.
Destruir al colon irritable
La única manera de solucionar dicho estado de cosas es entrando en catarsis, un proceso de destrucción y reconstrucción de materiales intoxicados. Esto le parece un sinsentido a muchos médicos modernos —educados por multinacionales farmacológicas como Pfizer, cada vez más encasillados en el papel de "recetapastillas" y totalmente ignorantes de que los tres padres de la medicina occidental (Hipócrates, Galeno y Paracelso) eran grandes partidarios del ayuno y creían en sus cualidades curativas. En otras épocas, se pensaba que prevenir era mejor que curar y que había que tratar las causas de un mal, no sus síntomas. Hoy, en la era de la iatrogenia, del matasanismo, de las enfermedades nocosomiales y de los científicos que estudian las enfermedades y los enfermos en lugar de estudiar la salud y los sanos, se piensa de otro modo.
PELIGROS DEL AYUNO
Cuando una persona no es capaz de completar un ayuno, no suele deberse al hambre, sino porque empieza a experimentar una serie de síntomas sumamente desagradables. El motivo es que, durante un ayuno (especialmente el primero), nos intoxicamos con toda la basura que hemos estado acumulando en el pasado.
Hay que tener en cuenta que en el mundo moderno, hay muchas personas que sufren de una mezcla de sobrealimentación y desnutrición. Se puede estar gordo y sufrir de malnutrición. Los alimentos que tomamos están desnaturalizados y no contienen las enzimas, vitaminas, minerales, fibras y aminoácidos que deberían. O bien el aparato digestivo está tan corrompido y obstruido que es incapaz de descomponer y absorber los nutrientes de los alimentos.
Las personas muy intoxicadas (gravemente enfermas, obesas, o bien demasiado delgadas) deben antes someter su cuerpo a una preparación, haciendo ejercicio físico ―especialmente aeróbico― y eliminando de su organismo las harinas y otras féculas (especialmente refinadas), el azúcar de mesa, refrescos, los edulcorantes artificiales (especialmente jarabes de maíz altos en fructosa y similares), los almidones, el tabaco, el alcohol, las drogas, las grasas hidrogenadas y trans, el café, la leche pasteurizada, los aditivos, los antibióticos, anticonceptivos y ansiolíticos, etc. Sólo con esto, es más que probable que experimente efectos de desintoxicación similares a los de un ayuno. Después de estabilizarse, pueden hacer ayunos parciales, con productos fibrosos como la fruta o la verdura. Posteriormente, pueden empezar a hacer mini-ayunos de 24 horas e ir subiendo de duración. O bien pueden hacerse ayunos parciales, a base de ciertos zumos de fruta o verdura (en la antigua Unión Soviética eran famosos los centros donde se prescribía ayuno a base de uva negra, una fruta con reconocidas propiedades antioxidantes y otras).
Aun así, la auto-intoxicación provisional a la que nos somete un ayuno, puede producir varios síntomas, similares a los de una buena resaca. Estos síntomas, que suelen aparecer a las 24 horas de iniciado el ayuno, serán más fuertes cuanto peor sea nuestra toxemia: un individuo sano no los notará apenas, mientras que uno intoxicado lo pasará mal. Los síntomas son parte del proceso de catarsis del cuerpo y deberías enorgullecerte de ellos. Pronto te sentirás mejor de lo que te has sentido en mucho tiempo.
Recomiendo la lectura de libros como;
Cerebro de Pan - Dr David Perlmutter
Ayuno, la dieta máxima - Dr Alan Cott
La sanación por el ayuno - Dr Alexis Suvorin
A mí el primer ayuno dentro del SII casi me deja KO, las primeras 24 horas, después logré realizar uno de 36 horas, después ya otro de 48, hasta finalmente poder realizar 7 días y finalmente 9. Para maximizar los efectos del ayuno tomaba en cada día; Plantago Ovata una fibra tipo mucílago que arrastra materia fecal, bacterias, virus, restos de comida no metabolizados por todo el tubo digestivo hasta el lavabo.
Después de los ayunos hay que llevar una realimentación alta en fibras, minerales, aceites esenciales y enzimas digestivas;
Vísceras de animal, carne, mantequilla, aceite de coco Kefir (alto en probióticos), cebolla, ajo crudos por supuesto y alta en grasas de calidad; omega 9; , aceite de oliva, aguacate, omega 6; semillas de girasol, lino o calabaza y omega 3 (grasa de pescados azules) y sobre todo GRASAS SATURADAS como la mantequilla Y GRASAS ANIMALES (saturadas, poli-insaturadas) de origen cárnico.
https://lacoronasoberana.wordpress.com/ ... estionado/
Decir que desde que realicé la higiene intestinal y los ayunos, no volví a tener, ni diarreas, ni heces pastosas apestosas, ni estreñimiento, ni tenesmo rectal (quizás el síntoma más horrible del colon irritable, junto a los cólicos intestinales), ni ansiedad y preocupaciones (recordad la conexión cerebro-colon, recomiendo el libro también de "The second Brain" -el segundo cerebro- de como las enfermedades mentales empiezan por los restos de comida indigestos en el tubo digestivo, torrente sanguíneo y por ende en el cerebro atravesando la barrera hemato-encéfalica y desnutriendo al cerebro. Voy 2-3 veces por día al lavabo, sin esfuerzo, dejándome satisfecho, tomo la plantago ovata "de tanto en tanto" y ayuno 1 vez cada diez días, ya cogí el hábito de ayunar mínimo 18 horas.
Si alguno quiere consultarme; sin problemas le daré consejos; mi número es 631370411 (con whatsapp sólo).