Bueno, primero que nada, me disculpo por demorar tanto en responder...
El neurólogo me mandó una resonancia de sacro (era de esperarse) y de cerebro (lo cual me inquietó un poquito). Esta última por parestesias en torno a los labios (y que hoy estrené en los labios mismos) y las sensaciones de brazos y manos (que yo atribuía a mis cervicales y, a veces, a la posibilidad de que los niveles de calcio hayan bajado). Estoy tratando de no pensar mucho en ello, pero como aquí todo es tan lento, es una verdadera proeza conseguirlo ya que hay mucho, pero que mucho tiempo para dudar, elucubrar, googlear... Y empeorar... Con decirles que debo esperar primero que me envíen la autorización de los exámenes por parte del seguro para luego llamar y hacer la cita de los mismos... Y el seguro ni Tri Tri todavía. La secretaria del neurólogo me dio cita de control para mediados de febrero de 2021 (!!!!). Pero dice que si hay algo resaltante en los resultados me llamarán enseguida (¿?). El calcio me lo miden en diciembre. Eso es muchísimo tiempo más que el establecido en protocolos de otros países para paratiroidectomizados. Por lo mismo, llamé para pedir cita al de cabecera y me la dio para dentro de 15 días... Yo la verdad, es que ando, aparte de entregada (que es bueno); muy desanimada (que es malo)... El dolor ha vuelto, pero no tan constante... Por lo menos tuve unos días de alivio.
Estoy pensando seriamente desandar el camino. Lo malo es que quemé mis naves. No me espera trabajo ni nada parecido. Y no vería más a mi hija (que es lo más doloroso y lo que hace de este dilema un calvario). Pero es que uno emigra para trabajar y echar para adelante. Y así no se puede. Lo único que estoy haciendo es angustiar a quien más quiero (ya le consumí los ahorros). Mi país está cayéndose, pero allá me sé mover. No estaría tan sola. Tengo amigos médicos. De alguna manera, me vería alguien antes de febrero de 2021, estoy segura (quiero decir, si esto me estuviera ocurriendo allá ahora mismo). Y tendría certezas mucho antes de terminar de perder la salud a fuerza de incertidumbre tras incertidumbre y tratamientos que no llegan a tiempo de evitar cirugías o males mayores.
Claro que queda la pequeñísima posibilidad de que todo esto sea ansiedad ¡cuánto me gustaría! Pero no lo creo. Me parece normal que alguien después de tanto tiempo con dolores, interrogantes, tratamientos infructuosos, etc. tenga cierta ansiedad e, incluso, tristeza, pero no es la causa de todo. No lo creo, aunque lo deseo con toda el alma...
No dejaré de decir que me parece admirable tu capacidad de esfuerzo y de sacrificio. En otro país, con otro idioma, con profesionales que solo buscan el lucro, en las circunstancias sociales-sanitarias actuales, con una hija, teniendo que currar.... ¡Eres admirable, de verdad!
Querido chicuelo, habiendo leído lo anterior ya te habrás dado cuenta que no es oro todo lo que reluce. Y que, de admirable, nada.

Todos los días no pueden ser buenos, es así. Pero fíjate, ¡esta semana has tenido unos cuantos días muy buenos! Estás con un nuevo y mejor médico y estás probando nuevos tratamientos. ¡Todavía queda mucho margen de mejora! La lucha es dura, pero tiene siempre su recompensa.
Tienes toda la razón. Ya lo decía Nervo: "Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas... " Y sí, hay campo y razones para la lucha... Pero esta soldadita está algo cansada... Ya se levantará...
Disculpad la redacción tan, es tarde y estoy cansado. I apologize, no me gusta redactar así. La lengua hay que mimarla.
Toda la razón, de nuevo. Mimarla y defenderla, empezando por la ñ

Por eso, muy a propósito, me despido con unos versos, compañeros de los citados más arriba:
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Un abrazo.