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Publicado: Dom Jul 05, 2015 8:49 am
Quiero compartir mi experiencia con todos ustedes:
Fui diagnosticado con el SII aproximadamente hace 2 años después de sufrir de terribles síntomas por casi 10 años. Dolor abdominal, diarreas imprevistas y flatulencias casi todo el día eran mis síntomas, los cuales empezaron a limitar mi vida y a deprimirme.
Al inicio me negué a acudir al médico, un poco por pereza y un poco por temor a que me dijera que tenía algo de gravedad. Estuve en esa situación por varios años, leyendo casos parecidos en foros y algunas veces, automedicándome. Sin embargo, los síntomas no desaparecían.
Fue entonces que llegué a un punto de mi vida en que me di cuenta de que se me estaba pasando la vida, mi juventud, y no la estaba disfrutando a pleno por este problema, así que tomé valor y decidí acudir no a uno, sino a varios médicos.
Al comienzo me diagnosticaron erróneamente intolerancia a la lactosa. Me privé de todos los lácteos pero aún continuaban mis síntomas. Este primer doctor no supo leer mis resultados, así que recurrí a un segundo doctor, el cual, al leer mis resultados me dijo que en realidad no era intolerante a la lactosa, sino que podría tener el SII. Me mandó hacerme una colonoscopia para descartar cualquier posible tumor en el intestino. Resultó todo bien, por suerte. Adicionalmente me ordenó hacerme un test de celiaquía, el cual resultó negativo.
Luego de haber descartado todas las otras posibles enfermedades, el doctor llegó a diagnosticarme SII. Fue así que me prohibió el consumo de bebidas frutadas y bebidas gaseosas, ya que el azúcar que contienen (sorbitol) pueden actuar como purgantes cuando se consumen en grandes cantidades.
Suspendí el consumo de estas bebidas, así como el consumo de chicles, que contienen sorbitol. Todos los días solía masticar chicles y a menudo me tomaba varias Coca-Colas a la semana. Craso error. No me daba cuenta de que me estaba envenenando. Estos azúcares me producían la diarrea que me estaban haciendo bajar de peso.
Tras suspender el consumo de estos alimentos experimenté una notable mejoría. Las diarreas han prácticamente desaparecido del todo y mi tránsito intestinal se ha regularizado. He subido casi 4 kg de peso y el apetito me ha regresado.
Mentiría si les dijera que me he curado del todo. Aún tengo algunos síntomas como las flatulencias, sobre todo por las mañanas. He observado que ciertos alimentos como el café o las grasas en exceso los provocan. Es cierto, a veces caigo en la tentación de consumirlos a sabiendas de las consecuencias. Pero en líneas generales, mi calidad de vida ha mejorado diría yo en un 70%.
Otro factor desecadenante es el emotivo. Noto que los síntomas reaparecen cuando estoy nervioso, tenso, angustiado. Así que hay que trabajar mucho la parte emocional, ya sea haciendo yoga o acudiendo a un psicólogo.
Espero haberles ayudado con mi testimonio. Prueben con eliminar las gaseosas, las bebidas frutadas y sobre todo el chicle, el peor veneno de todos. Estoy seguro de que experimentarán mejorías.
Fui diagnosticado con el SII aproximadamente hace 2 años después de sufrir de terribles síntomas por casi 10 años. Dolor abdominal, diarreas imprevistas y flatulencias casi todo el día eran mis síntomas, los cuales empezaron a limitar mi vida y a deprimirme.
Al inicio me negué a acudir al médico, un poco por pereza y un poco por temor a que me dijera que tenía algo de gravedad. Estuve en esa situación por varios años, leyendo casos parecidos en foros y algunas veces, automedicándome. Sin embargo, los síntomas no desaparecían.
Fue entonces que llegué a un punto de mi vida en que me di cuenta de que se me estaba pasando la vida, mi juventud, y no la estaba disfrutando a pleno por este problema, así que tomé valor y decidí acudir no a uno, sino a varios médicos.
Al comienzo me diagnosticaron erróneamente intolerancia a la lactosa. Me privé de todos los lácteos pero aún continuaban mis síntomas. Este primer doctor no supo leer mis resultados, así que recurrí a un segundo doctor, el cual, al leer mis resultados me dijo que en realidad no era intolerante a la lactosa, sino que podría tener el SII. Me mandó hacerme una colonoscopia para descartar cualquier posible tumor en el intestino. Resultó todo bien, por suerte. Adicionalmente me ordenó hacerme un test de celiaquía, el cual resultó negativo.
Luego de haber descartado todas las otras posibles enfermedades, el doctor llegó a diagnosticarme SII. Fue así que me prohibió el consumo de bebidas frutadas y bebidas gaseosas, ya que el azúcar que contienen (sorbitol) pueden actuar como purgantes cuando se consumen en grandes cantidades.
Suspendí el consumo de estas bebidas, así como el consumo de chicles, que contienen sorbitol. Todos los días solía masticar chicles y a menudo me tomaba varias Coca-Colas a la semana. Craso error. No me daba cuenta de que me estaba envenenando. Estos azúcares me producían la diarrea que me estaban haciendo bajar de peso.
Tras suspender el consumo de estos alimentos experimenté una notable mejoría. Las diarreas han prácticamente desaparecido del todo y mi tránsito intestinal se ha regularizado. He subido casi 4 kg de peso y el apetito me ha regresado.
Mentiría si les dijera que me he curado del todo. Aún tengo algunos síntomas como las flatulencias, sobre todo por las mañanas. He observado que ciertos alimentos como el café o las grasas en exceso los provocan. Es cierto, a veces caigo en la tentación de consumirlos a sabiendas de las consecuencias. Pero en líneas generales, mi calidad de vida ha mejorado diría yo en un 70%.
Otro factor desecadenante es el emotivo. Noto que los síntomas reaparecen cuando estoy nervioso, tenso, angustiado. Así que hay que trabajar mucho la parte emocional, ya sea haciendo yoga o acudiendo a un psicólogo.
Espero haberles ayudado con mi testimonio. Prueben con eliminar las gaseosas, las bebidas frutadas y sobre todo el chicle, el peor veneno de todos. Estoy seguro de que experimentarán mejorías.