
Lo que tienes que hacer es ir probando. Por ejemplo, por la mañana mucha gente le echa leche al café, y si ya durante una gastronteritis es bueno restringir los lácteos, después de una cirugía digestiva pues quizá también. Prueba a usar una leche vegetal (de arroz, almendras...) en el desayuno y evalúa si vas igual o mejor al baño. Y lo mismo un poco con todo. La lechuga por ejemplo es muy fibrosa, pruebas con unos canónigos y ya está. O si te gusta mucho la legumbre, la pasas por el pasapuré y la aligeras. El truco está en no darle mucho trabajo a tus tripas para que se vayan curando y adaptando por sí solas a vivir sin apéndice. La piel de las verduras, como la del pimiento o el tomate, se digiere tan mal como el hollejo de la legumbre, así que simplemente pélalo. La cebolla tendrás que probarla, no siempre es bien tolerada porque irrita las mucosas intestinales.
Y sí que es normal lo de ir una vez al baño y que salga la cosa finita, pero que al cabo de un rato tengas que volver y ya esté más pastosito

